domingo, 12 de abril de 2009

at. Jorge Derra

porque hay mucho ruido por este lado les mando una carta de lectores que suscribo y fue publicada en el semanario el mensajero de Escobar el dia sabado 11 de abril.
creo que mas alla de Alfonsin lo que está en discusión es la memoria colectiva y la tendencia de diluir todo con el paso del tiempo que nos lleva a seguir cometiendo los mismos errores siempre.
un saludo.
Alfonsin o la santificación de la muerte

Hay al menos dos, aunque tal vez sean muchas mas, conductas recurrentes en la sociedad argentina que parecen sostenidas en virtudes teologales. Verdades consolidadas e inopinables, en realidad, son solo fortísimos mandatos culturales, fraguados en el calor de la consecuente tradición popular. Una de ellas es el acerto que expresa que el dinero todo lo legitima.
Si una familia desvalida ocupa un terreno junto a un arroyo para construir su vivienda, de precariedad obvia, habitará fuera del margen que la ley impone, si no se le tilda de delincuentes se los considerará al menos, ilegales
.
Si un potentado millonario Norteamericano, compra miles de Hectáreas, en los bajos meridionales situados sobre el acuífero mas importante del país , al vergonzante precio de cincuenta centavos de dólar la hectárea, se puede hacer llamar Filántropo y Mecenas, sin que nadie se atreva a desdecirlo.
Los dos pesos que compran los diez mil metros cuadrados de terreno, superficie equivalente a treinta y tres terrenos junto al arroyo, parecen muy poco, pero transforman a un ilegal en un benefactor. El dinero legitima sería la conclusión.
En el mismo criterio incurre la muerte, ese suceso biológico inevitable, que al mas injusto de los injustos, al mas cruel de los crueles, premia con el olvido eterno, forma impersonal del perdón.
El fallido verá exaltar sus buenas y obviar sus malas y el noble será recordado siempre por sus grandezas y no quedará registro de sus miserias. La muerte santifica podríamos concluir.
Mucho de esto último hemos tenido en esta semana que pasó. La muerte del Doctor Alfonsín, primer presidente de esta Democracia formal que sostenemos los argentinos, desató una ola de declaraciones, que en muchos casos orillaron la desvergüenza .

Los motes de demócrata ejemplar, padre de la democracia, y muchos etcéteras, para quien fuera el gran responsable de la degradación institucional, el gran traidor de la historia del país, encuadraron estrategias complementarias de la oposición y el oficialismo.
La muerte Santifica y permite la adulación al hombre que se atrevió a juzgar a nueve comandantes, recién después de asegurar la libertad y la impunidad a miles de criminales torturadores y desaparecedores, que aún hoy andan libres por las calles de la patria o han muertos tranquilos sin pagar culpas.
Demócrata ejemplar que supo continuar la política económica de Martínez de Hoz, llevando de 25.000 a 60.000 millones la deuda “eterna” en menos de cuatro años. Que inició el desguace del estado en beneficio de las corporaciones extranjeras, abriendo el camino que culminaría Carlos Menem
Alfonsin; el del plan austral, la devaluación feroz, como siempre a cuesta de los mas débiles, el del programa PAN una de las formas mas miserables del asistencialismo, el jefe político de los Moreau, los Nosiglia si el Coti el socio de Barrionuevo que esquilmaba al Pami con los prestadores truchos denunciados Por Ocaña, denuncia que le costara que le balearan la casa a Julio Urien titular del Pami San Martín.
Alfonsin ,el de las felices Pascuas, que se fue a pactar con los carapintadas de espaldas al pueblo que lo bancaba en la plaza,
Alfonsin el que aseguró la gobernabilidad que Menem necesitaba para rematar el patrimonio Nacional.

Alfonsin el del pacto de Olivos, que no solo permitió la reelección del mismo Menem, sino que además terminó compartiendo la construcción de la infraestructura jurídica que legaliza el saqueo del país, hasta hoy vigente.
Alfonsin; el padre de la Democracia eso solo exaspera y lleva a entender porque tenemos la democracia que tenemos, con semejante padre no hay alternativas.
Pero lo que mas irrita, es que esa santificación post mortem, provenga de los canallas inescrupulosos que lo hostigaron, lo acorralaron, lo empujaron hacia cada una de sus peores decisiones, aquellos que fueron no ya sus adversarios, lo cual seria digno, sino sus acérrimos enemigos, inmorales capaces de cualquier artilugio en su propio beneficio.
Ha muerto Raul Alfonsin al Hombre mi respeto considerado, al político mi eterno repudio.Hay que vivir como se habla

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