lunes, 1 de diciembre de 2008

at. Silvia Maldonado de Denti

Modifica la ley orgánica de las municipalidades Los concejales beneficiados por nueva ley
La Legislatura bonaerense sancionó una ley que incorpora la antigüedad a la dieta de los concejales y extinguió los procedimientos administrativos que el Tribunal de Cuentas de la provincia había iniciado contra varios ediles que recibieron esta bonificación.
La norma, aprobada en las Cámaras de Diputados y Senadores, modifica la ley Orgánica de las Municipalidades y establece que se incluye en la dieta que perciben los concejales la antigüedad que corresponda a cada uno en forma individual. En los fundamentos del proyecto se consignó que el Tribunal de Cuentas había formulado cargos contra varios concejales por considerar que no debían percibir la bonificación por antigüedad sino sólo la dieta. Los legisladores consideraron que era necesario hacer una ley aclaratoria debido a que "algunos organismos provinciales no comparten que para el calculo de las dietas de los concejales debe tomarse en cuenta la bonificación por antigüedad". Por eso, la norma estableció también que "se extinguen los procesos administrativos ante el Tribunal de Cuentas y las acciones judiciales iniciadas ante los tribunales provinciales que tengan por objeto la imposición de cargos o el recupero de éstos provenientes del pago de la bonificación por antigüedad abonada a los concejales".
Fuente: (InfoBAN)

at. Ricardo Ibarra











Las obras de un barrio privado llamado San Benito en homenaje al Papa Benedicto XVI destruyeron un sitio arqueológico desconocido -con inhumaciones de más de mil años de antigüedad- en Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar. La misma suerte corrió hace 10 años el sitio Garín 1, durante la construcción del barrio Santa Catalina. Un tercer cementerio indígena, Punta Canal, también está en riesgo por el megaemprendimiento Villa Nueva, un complejo de 11 countries naúticos con acceso al río Luján levantados sobre 850 has conquistadas al humedal del Paraná inferior. Detrás de este proyecto a gran escala está EIDICO S.A., la empresa de Jorge O’Reilly, asesor de Sergio Massa, actual jefe de Gabinete de la Nación e intendente de Tigre con licencia.PUNTA CANAL. En la orilla del Canal Villanueva constantemente aparecen restos arqueológicos El domingo 7 de septiembre Graciela Satalic salió desde su casa en Ingeniero Maschwitz para completar el recorrido que realiza desde hace 4 años a fin de cuidar algunos sitios arqueológicos de Tigre y Escobar, amenazados por el boom de los barrios náuticos en la región. La transformación de miles de hectáreas de tierras inundables en barrios cerrados con espejos de agua, además de generar un impacto ambiental sobre el lugar y poblaciones vecinas, devasta un territorio donde se hallan enterramientos humanos de más de mil años de antigüedad. “Fui a ver cómo estaba el sitio de Punta Canal y de paso donde están haciendo las excavaciones para el country San Benito, que quieren hacer toda una laguna, como hicieron en el barrio San Marco”, relató Satalic a Indymedia. “Recorriendo el lugar encontré pedazos de vasijas de cerámica y restos de huesos, y me quedé con la impotencia de que destrozaron otro sitio”, denunció. Según Graciela las obras “supuestamente” estuvieron frenadas por un amparo judicial “pero de la noche a la mañana se levantó y no sabemos si se hicieron los estudios de impacto ambiental”. Por su parte una persona de vigilancia le confió que hubo un “arreglo”. El arqueólogo Daniel Loponte, del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), el 31 de marzo notificó a los responsables de las obras que, en caso de encontrar restos, la Ley Nacional 35.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico establece que se debe consensuar un plan de trabajo para rescatar la mayor cantidad de piezas. Sin embargo nada de eso ocurrió. “Acá desapareció todo”, expresó indignada Graciela, que a los dos días del descubrimiento regresó al predio con Loponte. “Quedaron muy pocos vestigios y no sabemos adónde fueron a parar las cosas, porque cargan los camiones y se los llevan para hacer taludes o relleno”, explicó. “Nos quedamos con la foto del desastre”, sintetizó. El lugar es un bañado recientemente rellenado por Emprendimientos Inmobiliarios de Interés Común (EIDICO), localizado en el lote 56 de la subdivisión de la Estancia Los Arenales, a 80 metros de la unión del Canal Villanueva con el arroyo Garín -en el límite con Benavidez y Dique Luján (Tigre). En este predio de 65 has se construye desde el 2005 el barrio San Benito, promocionado como el favorito de la empresa y el estudio de arquitectos Robirosa-Beccar Varela-Pasinato. Debido al “cariño y entusiasmo por el proyecto decidimos bautizarlo en honor al nuevo Papa”, explica orgullosa en su web la desarrolladora inmobiliaria de Jorge O’Reilly, Patricio Lanusse, Juan Angel Seutún y Mateo Salinas, todos integrantes del clan Lanusse. La zona comenzó a sufrir abruptas modificaciones a partir de 1997, cuando se lanzó Santa Catalina, el primer emprendimiento del complejo Villa Nueva. Durante su construcción frente a las actuales obras de San Benito y San Marco, fue destruido el sitio Garín 1, otro cementerio indígena. “No se pudo excavar por falta de recursos. A mí me indigna muchísimo la falta de interés del gobierno en cuidar nuestro patrimonio histórico”, se lamentó Graciela. “Nos están sacando los campos, los espacios verdes, se apropian de los cursos de agua. No, no, lo que están haciendo los countries es de terror”, agregó.
PIONERO. El barrio Santa Catalina fue el primer lanzamiento del complejo Villa Nueva Punta Canal, en juridicción de Benavídez -partido de Tigre-, es el tercer cementerio indígena en peligro por el megaemprendimiento del asesor de Massa. Está en la orilla del Canal Villanueva, desde su unión con el arroyo Garín hasta el ingreso al barrio Santa Catalina, con una extensión aproximada de 100 metros. En el 2006 fue denunciado como sitio por Loponte en el INAPL, pero nunca fue excavado. El arqueológo conoció el yacimiento gracias a Satalic, quien un tiempo atrás descubrió restos de cerámicas y huesos en el lugar. También fueron notificados de su existencia el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires y los administradores de Santa Catalina. Según rumores iniciados en febrero de 2007, el predio donde se encuentra –actualmente habitado– sería convertido en el amarradero de yates de los nuevos vecinos. En la web de EIDICO el barrio San Benito se promociona con 280 lotes, si bien en un mapa facilitado por la inmobiliaria O’Reilly – Torrado & Sanguinetti aparece un lote 281 cercano al yacimiento. Lo seguro es que el área se verá afectada por obras hidráulicas que requieren de la aprobación de la Autoridad del Agua (AdA), un ente autárquico provincial cuestionado por dar habilitaciones revocables para obras que afectan al medioambiente de forma irreparable. “Una persona de vigilancia me comentó que van a hacer un canal que comunique con la laguna de los counties”, contó Graciela. En tanto EIDICO en julio informó a sus suscriptores: “La complejidad de este proyecto está dada por los dos arroyos que atraviesan el campo”. Pero el peligro es mayor, porque existirían muchos más cementerios desconocidos en los alrededores del Canal Villanueva, hacia el lado de Dique Luján y Villa La Ñata. “Estuvimos recorriendo con Loponte toda la zona y podría haber más sitios. Él se va a ocupar de sondearlos y, si realmente hay sitios, tratar de preservarlos, pero cuando hay intereses tan fuertes creados por los countries, es muy muy difícil”, se lamentó Satalic. Cementerios en riesgo
"Todos estos sitios tienen inhumaciones, es muy raro que no tengan”, explicó a Indymedia el arqueólogo Daniel Loponte, responsable de los yacimientos de la zona norte e investigador del Conicet. Según el especialista los cementerios tienen entre 1000 y 1500 años de antigüedad y, según indican sus características, corresponden a grupos que se movían alrededor de la llanura pampeana, tal como hacían los Querandíes a la llegada de los primeros europeos. “No te puedo decir que son Querandíes porque recién estamos identificando lo que creemos que son los sitios de los grupos del interior, sean Querandíes o como se llamaran antes del siglo XVI”, aclaró Loponte, quien destacó que “se sabe lo que es ser guaraní en términos arqueológicos porque los guaraníes sobrevivieron hasta hoy”. Lo que es seguro es que el movimiento que ven los españoles “ya estaba funcionado desde hace 2000 o 2500 años”. El arqueólogo del INAPL explicó que los grupos del interior permanecieron tanto en un lugar que llegaron a tener cementerios normales, donde enterraban a los muertos y no tenían otras actividades. “Te encontrás con sectores de los sitios que están llenos de un área formal de enterratorios”, describió Loponte. Sin embargo, aclaró que “sacás cosas muy chicas, no sacás los enterratorios tan estructurados, porque cuando uno se moría muchas veces lo cortaban en pedazos y armaban paquetes funerarios, entonces encontrás un montón de huesos sueltos”. También explicó que hace mil años el lugar era costa del río de la Plata. “En los mapas del siglo XVII el río Luján desemboca directo en el estuario superior, no como ahora que tiene que virar hacia el sudeste como 30 kilómetros”, describió.En mayo Loponte se reunió con Sergio Massa, en aquellos días al frente de la intendencia de Tigre, y lo puso al tanto de la ubicación de los sitios destruídos por la construcción de barrios privados y de otros que corren el mismo peligro. “Massa quiere valorizar el pasado prehispánico”, se entusiasmó la Radio Don Torcuato (106.9 M). Según ese medio, el jefe comunal prometió efectuar los cuidados que marca la legislación, ayudar a una rápida excavación en busca de nuevas piezas de estudio y la exposición de las mismas en algunos de los museos municipales. “Ahora, por iniciativa del intendente Sergio Massa, (los sitios) se podrán al resguardo, además de profundizarse el estudio para que nunca más la historia la escriban sólo los que ganan”, remató la radio.Dos meses después, Massa asumió en la Jefatura de Gobierno y nombró como asesor ad honorem a Jorge O’Reilly, fundador y director de EIDICO, egresado del conservador Colegio Newman y ex rugbier del Club Atlético San isidro (CASI). También lo propuso como embajador en el Vaticano, cargo en el prevaleció finalmente Juan Pablo Cafiero. Según publicó el periodista Horacio Verbitsky en Página/12, el empresario tenía la bendición del cardenal Leonardo Sandri y de un ex ministro de Eduardo Duhalde y Carlos Rucakuf.
Eidico es buen vecino, se involucra con la comunidad afectada por su actividad. Siempre empujados por el espíritu cristiano compartido. Ambientalmente responsable”, se presenta la desarrolladora en un documento institucional. Coherentes con su prédica, los barrios impulsados por EIDICO todos contemplan espacios cedidos a la Iglesia Católica cuyo funcionamiento son sostenidos con el 3% de las expensas de la comunidad. “Lo que hacemos con los barrios privados es recrear las condiciones de vida que existían hace treinta y pico de años, cuando yo podía ir al colegio Newman en bicicleta”, explicó O’Reilly en una entrevista concedida a Reporte Inmobiliario. También argumentó que es injusto “castigar” tributariamente a los emprendimientos privados, debido a que el Estado se “ahorra” los recursos que debería disponer “para resolver los problemas que nosotros nos resolvemos solos: la seguridad, la iluminación, las cloacas”. Y puntualizó que iniciativas como EIDICO “justamente tienen origen en el retroceso del Estado en esos rubros”. Con un partido de Tigre desbordado de proyectos, el boom de los megaemprendimientos ahora se afianza en Escobar. Allí EIDICO desarrolla Haras Santa María, un complejo de 10 barrios en 360 has, y San Sebastián, con 13 barrios en 1100 has. JP Urruti hace lo suyo con El Cantón (4 barrios en 500 has), EIR S.A. construye El Nuevo Cazador (400 has) y Eduardo Constantini anunció uno de 1400 has. En todos los lugares la metodología es la misma: construir lagunas para elevar con el material obtenido las tierras inundables.En Tigre y Escobar hay muchísimo para desarrollar. Hay cuerda para rato, básicamente porque la demanda de soluciones para las parejas jóvenes sigue en pie”, afirmó O’Reilly a Reporte Inmobiliario. Hoy, según el medio especializado en bienes raíces, edificar una casa en un emprendimiento privado cerrado suburbano es más bajo que en la convertibilidad, a pesar del aumento progresivo de los costos de construcción y de la tierra.Satalic también se mostró preocupada por los sitios de Vizcacheras y Anahí, en Escobar, y por los tres sitios de La Bellaca, en un predio de 70 has a la venta, en Tigre. “Loponte también habló con la inmobiliaria, mandó una denuncia por sitios arqueológicos. Pero uno tiene que estar yendo y viniendo y asegurándose de que en realidad no los estén destrozando”, se lamentó. Así sucedió en la Barranca del Cazador donde había un sitio “en lo que antes se denominaba Campo de la Aviación”, que aun no había sido excavado. “Hace poco empezaron a hacer un country y todo eso desapareció".. Graciela no es de ningún pueblo originario, pero explicó así su lucha: “Nuestros hijos tienen derecho a saber quiénes fueron los primeros pobladores de acá”. Desde que descubrió el sitio de Punta Canal reclama un compromiso a de la sociedad. “No podemos quedarnos con que viene un countrie y nos saca un cementerio aborigen. Todos tenemos un hilito de sangre indígena en las venas y hay que protegerlo”, afirmó.EIDICO, un vecino cristiano
A usted le dijeron que se tiene que ir de acá?-le preguntó Graciela a Sara Espinosa, una anciana que hace 50 años vive en el predio de Punta Canal, del cual toma nombre el sitio. -Eso lo tiene que hablar con mi hijo- respondió a la defensiva.-Nosotros queremos preservar todo este lugar. Sabemos que están echando a la gente- contestó Satalic y entró en confianza. -Perdón señora, vio lo que son los ricos. El pobre tiene que volar... Ya no hay más campo. Todo country, todo country. ¿Los pobres donde se van a meter, me quieren decir?Punta Canal es un predio triangular de unas 4 has, cercado por el arroyo Garín, el Canal Villanueva y la calle Brasil, por la que se accede a la ruta 27. Es frecuentado por pescadores de la zona. Además de la anciana, en el lugar viven una pareja joven con sus hijos, y un mecánico en cuya casa funciona el Club Citronorte, que reúne a fans de los antiguos autos Citroëns. Otras personas ya se han ido: dos viviendas fueron demolidas en las últimas semanas. Una presión similar sufrieron las pocas familias que habitaban el campo vecino de San Benito, por donde antiguamente pasaba un tren que unía Ingeniero Maschwitz con Dique Lujan. Sara Espinosa recordó a una señora que se fue con 8 hijos “y otro en camino”. “Es una injusticia. El pobre se tiene que morir ahora”, reflexionó. En tanto las obras del barrio en homenaje al Papa, separado sólo por la calle Brasil, ya rellenaron 2 metros el terreno. “No les importa nada. Ellos arrasan con todo. Si no les pueden comprar, les levantan alrededor y el otro se inunda; los sacan en menor precio inclusive”, se indignó Satalic. “Están cambiando el ecosistema de una manera terrible”, alertó Graciela, quien conoce desde pequeña la zona donde se enclavan los countries San Benito y San Marco. “Era un campo hermoso por donde corrían las liebres, tenía un monte de talas y muchos tipos de árboles y de vegetación. Ahora es una desolación, es un desierto. No sé qué iran a plantar, dos palmeritas y un pino. Una pequeña Miami”, ironizó. “Esta zona de los humedales debería preservarse virgen”, reclamó. “¿Por qué no se había desarrollado antes esta zona, mucho más accesible que Pilar? Simplemente porque se inundaba. Una vez que pudimos sanear eso, levantando la cota por encima de los niveles de inundabilidad, pudimos utilizar el agua como una ventaja competitiva”, explicó Jorge O’Reilly a Reporte Inmobiliario.
Según el Taller Ecologista, una ong de Rosario, los humedales brindan a las poblaciones recursos y funciones como la regulación de inundaciones y sequías, provisión de agua, y retención de contaminantes y sedimentos. La superficie del suelo de estos sistemas permanece anegada durante una parte sustancial del año. “La disponibilidad del agua dulce se evidencia como uno de los problemas ambientales más significativo de los próximos años, por ello la conservación de los humedales tiene importancia vital para la humanidad”, alertó la ong. “La venta de tierras inundables fue un gran negocio y no se realizó hasta ahora una evaluación seria de los daños ambientales”, declaró a La Nación en el 2006 la ecologista Carlota Sánchez Aizcorbe de la Fundacion Pro Tigre. En la misma nota, Martín Nunciata, dirigente de Aprodelta, sostuvo: “El río no es una pileta. Tiene como mínimo dos mareas por día y necesita un lugar donde expandirse cuando viene la marea. Los barrios privados cuya cota ha sido elevada no se inundan; pero el agua entonces anega las zonas aledañas, por lo general ocupadas por los barrios más humildes. La Municipalidad debería consultar también a estos vecinos”. Un ejemplo de esta realidad son las inundaciones en Dique Luján, un pueblo de 2 mil habitantes ubicado a un lado del Canal Villanueva y conectado con Villa La Ñata a través de un puente vecinal. Según una nota de Clarín, también del 2006, los pobladores se quejan porque los terraplenes que bordean la costa ya no los defienden de las crecidas del río y dicen que esto sucede desde mediados de la década de los 90, cuando en Tigre, Maschwitz y Escobar empezaron a construirse los countries. “Rellenaron todo con tierra, levantaron el terreno, y ahora toda el agua se acumula en Dique Lujan”, contó un vecino mientras remaba por las calles de su barrio. Graciela recordó: “Empezaron a hacer canales profundos y fueron tapando la continuación del Canal Villanueva, que corre de costado al country Santa Catalina y que supuestamente era un aliviador cuando venía la crecida”. Maschwitz, de 10 mil habitantes, también sufrió las consecuencias del boom, y ya no es más ese pueblo tranquilo que recuerda Satalic. “Se ha convertido en un caos, porque no tiene estructura como para cambiar de la manera que cambió. Compraron casas y empezaron a hacer oficinas, centros comerciales. Una barbaridad lo que han hecho”, describió. Sin embargo, muchos locales que se abrieron hace poco ya los están cerrando porque “no hay gente de acá que consuma tanto y supongo que los que viven en un country van a un shopping”. Javier de Amorrortu, de la Asociación Civil en Defensa de la Calidad de la Vida, realizó varios amparos judiciales contra estos emprendimientos en el partido de Pilar, y lo describió así: “un festival de barbaridades hidrológicas fue sembrado desde que un bastardo y raquítico decreto 1980/77 firmado por un contralmirante a cargo de Turismo liberara las playas y riberas de 4 municipios que ventilan a riberas estuariales y deltarias; y aun no han concientizado el irreparable infierno hidrológico e hidráulico que generaron en las salidas del Aliviador del Reconquista y en los fragilísimos humedales de la región”. “La lucha por los humedades recién comienza”, escribió Amorrortu en una carta al gobernador Daniel Scioli, el 14 de julio. Allí disparó contra la AdA, el ente autárquico que establece el régimen de protección, conservación, mejoramiento y manejo del recurso hídrico de la Provincia de Buenos Aires. Según su denuncia, el organismo emite habilitaciones con carácter “precario y revocable” para iniciar obras que condenan el ambiente sin retorno a recomposición. “¿¡Cómo es posible que a la única hidróloga responsable de la AdA la tengan guardada en el sótano y jamás sea consultada, ni queden sus huellas bien a la vista en esas resoluciones con cola de paja? ¿¡Cómo es posible que sigan habilitando asentamientos 1,5 m por debajo de la línea de ribera de creciente máxima?!”. Mundo Eidílico
El boom de los barrios cerrados comenzó en Pilar en 1996 y estuvo ligado, entre otros motivos, a la remodelación de la ruta Panamericana, que achicó las distancias con la Capital Federal. Los countries de fin de semana abrieron paso a los barrios privados de residencia permanente. Tigre se sumó a este fenómeno rápidamente. Desde ese partido, el cual dice haber renovado, EIDICO se expandió a otras provincias y en el 2007 declaró construcciones por más de 400 millones de dólares, sobre 41 proyectos que alcanzaban más de 15 mil unidades de vivienda. El mismo año se fusionó con el grupo desarrollista español Salvago, que gestiona inversiones inmobiliarias en su país y en México.La característica de EIDICO es su sistema de comercialización “al costo”. Según definen es una suerte de reciclado de la vieja cooperativa -en el cual sus clientes son pequeños inversores que participan del negocio de transformar una fracción de tierra virgen en una urbanización. Para esto todos los lotes de sus emprendimientos son vendidos prácticamente antes de comenzar las obras, aún antes de tener las habilitaciones. “Entre todos distribuimos los gastos de transformar un bañado en un barrio, eso es el sistema cooperativo de EIDICO”, resumen. Según la desarrolladora de O’Reilly, “emprendimiento” deriva de empresa, pero no en el sentido comercial, sino en el sentido de obra humana, y remite a un sentido comunitario. “Somos una empresa de servicios que detecta necesidades comunes básicas no resueltas por los sistemas tradicionales”, dice un documento de la firma. “Siempre digo que hay que mirar alrededor y ver cuáles son los problemas concretos de la gente que nos rodea, porque en la solución de esos problemas están los negocios”, describió el asesor de Massa. Los plazos duran hasta cuatro años, y si hay demoras o aumentos en los precios, los que asumen el riesgo son los suscriptores del proyecto. “Desaparece así el margen del capitalista”, explican. “No somos otra cosa que una empresa de gestión”, declaró O’Reilly. “Nosotros armamos el negocio, definimos el producto, buscamos el terreno y conseguimos a los suscriptores que terminan siendo sus consumidores finales”, explicó.EIDICO afirma que una de sus “grandes preocupaciones” es la “capacitación e inserción laboral de nuestros vecinos más necesitados”. Para tal fin formó la Fundación Oficios con otras empresas de similar perspectiva: Miguens Hermanos S.R.L. (una consulta agropecuaria), J.P. Urruti y Asociados (otra desarrolladora inmobiliaria), y Cardón Cosas Nuestras (la mayor empresa de ropa de campo en el país). La Fundación tiene una escuela de oficios en un predio de Benavídez, en el cual se realizan un curso de telar para mujeres y cuatro cursos de construcción en alianza con la Fundación de Educación y Capacitación de los Trabajadores de la Construcción (FECTC) de la UOCRA. Además, claro, “se facilita la formacion catolica para quienes lo deseen”. Según afirman, 300 alumnos han pasado por las aulas de Oficios, que integra la Mesa de Desarrollo Social con la Municipalidad de Tigre, Caritas, Fundación Nordelta y Unión Industrial de Tigre.