SERIA PREOCUPACIÓN POR EL PROYECTO DEL PUERTO Seria preocupación por el proyecto del puerto regasificador de Escobar
Importación de Gas Natural Licuado
Viernes, 01 de octubre de 2010
La Asociación Ambientalista del Partido de Escobar y la Asociación Ambientalista Los Talares dan a conocer por medio de este artículo los riesgos que el proyecto conlleva debido a la falta de información que impera.
Para suplir las demandas energéticas el gobierno nacional, con el consentimiento de las autoridades del Municipio de Escobar a través de la aprobación por unanimidad de la ordenanza 13507/10 el día 14 de julio del 2010, ha decidido instalar un buque regasificador en el km 70 del río Paraná a partir del año 2011.El proyecto es llevado adelante por la estatal Enarsa e YPF. El Gas Natural Licuado será importado desde Trinidad y Tobago ubicada frente a las costas de Venezuela. Sin embargo especialistas y legisladores nacionales denuncian la falta de cumplimiento de las normas operativas de seguridad.
Es de preocupar el cambio repentino de uso de suelo de recreativo a uso específico, dado que se trata de una zona de humedales de altísimo valor ambiental y biológico ( así lo señalan estudios recientes del INTA) . El 40 % del gasoducto que tiene una extensión de más de 30 km, atravesará zonas de humedales, tierras inundables serán excavadas en una región en donde los acuíferos son surgentes y próximos a la superficie exponiéndolos de esta manera a la contaminación. Tal modificación no responde a un criterio racional ya que además de las características del suelo anteriormente mencionadas, los peligros del proyecto del puerto destinados a la importación de GNL y la localización de las parcelas asignadas al mismo lindan con zonas de esparcimiento y urbanas ( entre estas el Club Náutico de Escobar, reserva Los Talares),contrario a lo que exige el art. 3 de la ley 8912. En adición, esta seria decisión ha sido tomada sin las correspondientes Audiencias Públicas a través de las cuales la ciudadanía, asociaciones ambientales puedan participar, tal como lo exige el art. 18 de la ley 11723 para la evaluación del impacto ambiental del proyecto del puerto .Además se desconoce si existe un estudio de Impacto ambiental y su indispensable aprobación para permitir el movimiento de suelos, ley nacional del ambiente N° 25.675. A pesar del incumplimiento legal ya se han iniciado los movimientos de suelos.
Los reclamos en cuanto al tema de seguridad del ex Secretario de Energía Emilio Apud, la Diputada Nacional Elsa Álvarez y la comunidad bahiense, entre otros, están acordes a las exigencias de la comunidad internacional, quién después de serios accidentes en el mundo entero, decide desde el año 1970 realizar las operaciones de trasvase del combustible GNL líquido entre barcos, mediante mangueras, en Alta Mar o en los puertos de Alta Mar aceptando su alto costo, con el fin de resguardar a los ciudadanos en caso de accidentes provocados por fallas técnicas o humanas. Sin embargo en Bahía Blanca se está llevando acabo desde junio del 2008 en el puerto de Ing. White, cercano a una zona fabril y poblada, la comunidad sigue reclamando por las medidas de seguridad hasta el día de la fecha. La situación en Escobar se torna aún más delicada por tratarse de llevar adelante las maniobras en el Río Paraná, zona que nada tiene que ver con Alta Mar.
Cabe señalar que el río Paraná es la vía más importante del país ,ya que por él viajan la mayor parte de las exportaciones agropecuarias e industriales. Para trasladar el gas en estado líquido del barco metanero (transportador del líquido desde su origen), al barco regasificador, (donde se realizara la conversión del metano desde su estado líquido al estado gaseoso), se requiere que los buques se coloquen de forma paralela, es decir, uno al lado del otro. Si ha esta necesidad sumamos el tamaño de ambos barcos, el escaso ancho de río Paraná ( 430 m) y el tiempo necesario para las operaciones será inevitable la obstrucción de la hidrovía. En adición la misma está afectada por fenómenos climáticos, entre ellos, la sudestada, cuyas consecuencias se hicieron sentir en más de una oportunidad durante el año 2010.
El transporte del barco metanero al barco regasificador se hace a través de mangueras. Emilio Apud resaltó: “el movimiento de GNL (Gas Natural Licuado) se efectúa a temperaturas de 160 grados bajo cero que exigen estrictas condiciones de seguridad que en este caso no están garantizadas”. Fuente diario Clarín 27 de sept. 2010. Entre los más serios peligros se encuentra el derrame de Metano líquido sobre el agua debido a la rotura de una manguera. Sucede que el gas licuado se encuentra dentro del barco a una temperatura de menos 160 grados Celsius, al derramarse y ponerse en contacto con el agua a 20 ºC aprox. Hierve y se evapora. Una vez que existe esta columna de vapor del combustible fósil metano, puede encenderse de manera espontánea, porque no necesita casi nada para que suceda, y se forma lo que se llama un fuego de pileta, similar a arrojar nafta sobre agua y encenderla. El fuego es tan intenso de acuerdo a las propiedades del combustible gas metano licuado, es importante aclarar que la intensidad se debe a que el gas se encuentra 600 veces concentrado en el estado líquido, que cocina todo en kilómetros a la redonda. Quema con mucha más intensidad y rapidez que los incendios de petróleo o gasolina con lo cual se vuelve prácticamente imposible el poder apagarlo, es así que además, la radiación térmica o calor que se produce alrededor del fuego puede dañar a las personas, medio ambiente y propiedades a una distancia considerable del propio fuego.
Nos preocupa además que una medida riesgosa, que nació para paliar momentáneamente en Bahía Blanca el déficit energético a nivel nacional, continue instalándose en la matriz energética profundizando nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Además todos los pasos que atraviesa desde su extracción en origen hasta que llega al consumidor final, implican una importante contaminación ambiental, vale destacar la devastadora fuga de petróleo frente a las costas de México. Cuando el Protocolo de Kyoto debido a las consecuencias del calentamiento global pide a gritos un cambio radical hacia energías limpias, renovables entre ellas la energía solar y eólica que se logran con un compromiso y planificación responsable. En adición la medida fue fuertemente criticada desde el punto de vista económico ya que implicaría casi 10 veces más que lo que se paga a los productores locales por la unidad BTU, gastos importantes en infraestructura y la inevitable dependencia al precio del mercado internacional ya que se trata de un recurso que se agota.
Todo lo anteriormente expresado surge fundamentalmente de la preocupación desinteresada de dar a conocer a la ciudadanía del partido de Escobar los riesgos que el proyecto conlleva debido a la falta de información que impera.
Asociación Ambientalista del Partido de Escobar
Asociación Ambientalista Los Talares
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