Stolbizer imagina transversalidad en versión anti-K
Alejada de la UCR y de Elisa Carrió -más de ésta, su antigua socia, que de aquéllos, su antiguo partido- pero parte del dispositivo del Acuerdo Cívico, Margarita Stolbizer empezó a fantasear con la idea de cincelar una transversalidad, pero versión anti-K.
La primera escala de ese deseo será, en mayo, en Mar del Plata donde convocó a los miembros del GEN, para una convención partidaria que tendrá, como dato adicional, una segunda jornada con invitados entre los que estarán Ernesto Sanz, Pino Solanas y, entre otros, Graciela Ocaña.
Rota -parece que definitivamente- su empatía con Carrió, Stolbizer pretende darle mayor entidad a su espacio y por esa vía, ganar visibilidad para, desde ahí, evolucionar en una carrera que nadie, en voz alta, se anima a pronunciar: la fórmula presidencial de 2011.
Como sometida a una doble ley de gravedad, Stolbizer se acerca a Julio César Cobos en el mismo movimiento -y con la misma celeridad- con la que se aleja de Carrió. Sin embargo, a pesar del buen diálogo que tiene con el vice, no lo invitó a su cumbre marplatense donde sí estará Sanz, un radical que algunos impulsan también para la presidencial.
Es una señal para la UCR ortodoxa, sumergida en estos días en una riña partidaria en Buenos Aires, pero también un gesto para los demás invitados. ¿Aceptarían Pino Solanas o Víctor de Gennaro compartir un escenario con Cobos? Es un buen argumento para evitar al vicepresidente.
Hay, en simultáneo, otras cuestiones que explican los movimientos de la dama de Morón. En Mar del Plata estará presente Graciela Ocaña, la ex ministra de Salud de los Kirchner, que ahora se mueve cerca de Alberto Fernández, pero estrenó cercanía con Stolbizer.
Podrían conformar, si quisieran, el club de las ex carrioristas.
Por lo pronto, Ocaña compartirá tarima con otros referentes del universo «progre» no kirchnerista, entre ellos Pino Solanas y De Gennaro, enfrascado en un duelo fratricida con Hugo Yasky por el control de la CTA. Stolbizer los invitó y espera tenerlos juntos en Mar del Plata.
El otro factor, accesorio, es el rol que la dirigente proyecta para sí dentro del paraguas del Acuerdo Cívico donde, a priori, descarta que se vuelvan a integrar en algún momento Carrió y el ARI: se piensa a sí misma como un aporte desde la provincia pero, a su vez, con proyección nacional.
A su lado construyen la siguiente hipótesis: el panradicalismo, como núcleo del Acuerdo Cívico, sólo tiene dos figuras potentes en Buenos Aires, Ricardo Alfonsín y Stolbizer. Según ese mapeo, uno de ellos será candidato a gobernador y el otro, el compañero de una hipotética fórmula encabezada, en esta instancia de la película, por Cobos.
No todo, claro, es calma. La tensión entre el vice y Alfonsín desvela a los cobistas -tienen como argumento sólido, que el hijo del ex presidente mide mejor en varios rubros que el mendocino- al tiempo que miran a Stolbizer, que les desconfía, como un contrapeso a Alfonsín en la provincia.
Eso explica, entre otras cuestiones, que la dama de Morón rehúse volver a la UCR y se aboque a consolidar un espacio de centroizquierda no K, aliada con sectores de la CTA, el socialismo e, incluso, espacios del peronismo no kirchnerista como el que comanda Aníbal Leguizamón.
Por eso, unas semanas después de la reunión del GEN en Mar del Plata, Stolbizer planea lanzar un frente progresista a nivel bonaerense, pero con rebote en el esquema nacional, reuniendo a diferentes sectores políticos. Allí, quizá, podría desembarcar también Graciela Ocaña, al menos como invitada flotante.
http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=518108
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