sábado, 31 de mayo de 2008

Copia del mail enviado al diario Crítica de la Argentina, con referencia al Paro Agropecuario. Agradecería su difusión junto con el esquema adjunto, para aquellos que siguen hablando de lock out empresarial. Gracias. J.R.
Estimados Señores:

Recibimos a Crítica de la Argentina cada mañana en casa junto con Clarín. Hemos encontrado una nueva forma de diversión en familia: comparar las mismas noticias dadas por uno y otro medio. Para Don Hipólito Yrigoyen se imprimía media docena de ejemplares, pero para los argentinos del Siglo XXI, el Gobierno Nacional hace imprimir 300 ó 400 mil por día. Aplaudo la aparición de este medio. Con respecto al tema del asunto les hago breve una larga historia: pese a haber comenzado como abogado de la empresa, llegué a ser el Director Comercial de Panasonic Broadcast para Argentina, Uruguay y Chile; monté Telefé de punta a punta y los primeros sistemas satelitales de TV analógica y luego digital de canal 13, TyC y Canal 9 . Pasé a ser el Gerente de ventas para América Latina de Divicom LLC de Milpitas, CA, USA, y mi principales clientes eran Televisa y Telefónica. La empresa se vendió a un grupo israelí y pasé a Sony Broadcast como Gerente de Ventas para América del Sur. Llegó De la Rúa y la empresa me ofreció un puesto en USA. Por diversas razones personales y familiares tuve que decir que no. Sony Broadcast cerró su oficina de la Argentina y quedé en la puta calle a los 50, con un currículo que atemorizaba. Fui Asesor Legal y Jurídico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación hasta la asunción de Kirchner. Allí vi los desaguisados y negociados más impresionantes con la pesca y pude espiar el mundo de los grandes pools de siembra y su relación prepotente con el Gobierno. En el 2003 y 2004 la peludeé como pude. Finalmente en el 2005 llegué a un acuerdo con mi familia por el que me hacía cargo de 52 Has. en Carlos Casares, Rta. Nac. 5, Km 312. Mi familia porfiaba con un tambo manual que dejaba la nada tentadora suma de $ 300 (Trescientos Pesos) por mes como toda renta. El agua era salada y se gastaban unos $ 700 por mes en nafta para generar luz de 12VCC y extraer agua no potable. El campo en sí era un basural con toda clase de malezas y contaminado por herbicidas. Los caminos eran huellas casi sin marcar. En tres años conseguí (y pagué) energía eléctrica para mí y mis vecinos. Logré que arreglaran las calles comunes de la colonia. Conseguí agua dulce y potable. Limpié el campo, reduje el tambo a su mínima expresión y sembré de fiado soja, cebada, soja nuevamente y trigo. Ahora tengo soja por tercera vez. No soy un gran terrateniente, sino un especialista en broadcast televisivo y cine electrónico, que ha dado conferencias del tema en medio planeta, habla o maneja 5 idiomas, pero sin trabajo por tener 55 años, metido a chacarero. Lo que aprendí como empresario me sirvió. Le mejoré la calidad de vida al encargado, lo muní de herramientas eléctricas que se manejan a botón y no como hace 4000 años atrás. Tenía una Chrysler Caravan, comprada con mi trabajo y sin cagar a nadie en 1997, pero imposible de mantener. La vendí y me compré una Fiat Strada por aquello de que a campo chico, camioneta chica. Por el mal estado de la Ruta 5, el 28 de junio de 2007, se me bajó una cubierta y le vi la cara a la muerte de muy cerca. Con lo que me pagaron por la destrucción total de la Fiat Strada, más la venta de un Corsa II que usa mi hijo, compré una Toyota Hilux 4 x 2, motor chico que me sirve de excelente camioneta y excelente auto. No la uso para hacer boludeces en Pinamar. Como esta, hay cientos de historias de pequeños productores a los que, los aumentos de las retenciones, nos partieron al medio. No es angurria. Yo por año obtengo unos $ 40.000 libres… No me hago rico. El gasoil a granel lo tengo que pagar a $ 2,85, y para recibir los subsidios de $ 3.000 para el maíz de las 20 vacas que me quedaron, debo esperar 18 meses, por lo que decidí alimentarlas con bombones, que me sale más barato. Paro porque estoy harto de ver cómo mi vecino Grobocopatel entra a la Municipalidad, al Ministerio de la Producción de la Provincia y a la Casa Rosada casi sin cita previa ni demoras. Es entendible: yo produzco un milésimo de lo que produce él. Pero nos vestimos igual (talles especiales los dos), comemos más o menos lo mismo y el Migra Dioxadol nos cuesta igual. Sin embargo, él no dejará de comprar una toma de fuerza para el tractor y una motosierra Echo para tener más calefacción cuando la temperatura nos baja a -12° o -19° (15 de octubre de 2007). No necesita una Hilux… es más no visita sus campos ni abraza la soja y la sacude para saber si hay chinches. Yo si, y me gusta hacerlo. No me gusta que un ministro infanto-juvenil con menos calle que Venecia diga que nos quejamos de llenos. ¿Cómo puede opinar sobre el campo, si nunca vio mas tierra junta que en la maceta del potus que adorna su oficina? No soporto que un payaso mediático, burro ignorante de las leyes como Montoya diga que somos los principales evasores de la Provincia, cuando no tenemos como evadir y ni siquiera eludir, ya que ellos reciben antes su parte que nosotros. Ahora la Dra. Fernández ordena sacarme más granos, pero no cumple con la autopista (insisto, casi me mato por el estado de la Ruta 5); no cumplió con el precio de los combustibles para el agro; no cumplen con los subsidios a la ganadería residual; no cumplen con los ferrocarriles para que bajen nuestros fletes cortos y largos (que los ingleses habían pensado maravillosamente a fines del siglo 19); no cumplen con el dinero para el municipio de Casares, porque allí el Frente para la Victoria perdió por escándalo; la Provincia no cumplió con las obras de rectificación de la Cuenca del Salado y este es el primer año de la corriente El Niño… Ya llovieron en tres meses más de la mitad de lo que debería llover en un año. Entonces me pregunto: si vuelven las inundaciones a la Provincia de Buenos Aires ¿Qué soja o trigo se va a cultivar? ¿Cómo se van a arreglar con un 33,4% menos de ingresos totales por impuestos y retenciones? Señores, los que paramos no somos terratenientes ni ricachones, sino gente de clase media. Vi a un señor por TV quejándose porque estaba demorado en una ruta criticando a 'los que nos habíamos cansado de ganar plata'. El señor, con su señora gorda, estaba al volante de un Megane II que cuesta $ 18.000 más que mi Hilux que aparentemente es el epítome de la riqueza. Yo paro por todo esto, porque estoy cansado de que me vengan cagando desde siempre: los peronistas de Isabel y su ineficiencia mística; los milicos mesiánicos y su ineficiencia superlativa; los radicales de Alfonsín y su ingenuidad rayana en lo imbécil; Menem y su proyecto de destrucción del país; de la Rúa que no amerita comentarios por superfluos; los Cinco Grandes del Buen Humor y sus megalomanías; los Kirchner con su prepotencia y sus mentiras. ¡Basta! ¡Paro! ¡Me cansé! ¡Si me rompen el culo que por lo menos me digan que me quieren! La única esperanza que me queda es que no lo harán con la luz prendida porque los cortes son cotidianos. Mis empleados y mis proveedores relacionados con el campo APOYAN el paro, porque les va a repercutir en forma directa e inmediata en su calidad de vida: no habrá tanque de agua nuevo, ni chancha para el gas licuado ni calefacción a gas, ni motosierra nueva. ¡Qué pretensiones desmedidas las nuestras! Por favor, distingan de qué se trata, no somos bacanes de la SRA, somos laburantes y les puedo asegurar que mucho. Encima nos gusta lo que hacemos… ¿Será esa la mayor envidia? Gracias. Jorge A. Ricaldoni DNI 10.353.542




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