jueves, 4 de febrero de 2010

at. AGENCIA DE NOTICIAS PELOTA DE TRAPO(APe)

Escándalo



02/02/10
Por Claudia Cesaroni
(APe).- Lo primero que hay que definir es el tiempo verbal que se va a utilizar. ¿Se escribe, por ejemplo: “Luciano tenía 16 años…”, o se prefiere: “Luciano tiene 17 años”? En la noche del 30 al 31 de enero de 2009, Luciano Nahuel Arruga tenía 16 años. Esa fue la última vez que su mamá lo vio, cuando la saludó porque iba a salir un rato, y ella le dijo como casi universalmente les dicen las madres a sus hijos adolescentes: Ojo, eh? Portate bien…; y Luciano le respondió lo que casi universalmente responden los hijos adolescentes: Sí, má. Quedate tranquila, está todo bien.
Y nunca más lo vi, dice su mamá.
A partir de allí, empiezan las dificultades con los tiempos verbales.
Hace un año y unos días que ni la madre de Luciano, ni su hermana Vanesa, ni el resto de su familia, ni sus amigos del barrio, saben dónde está. Quién quiera puede visitar la página lucianoarrugadesaparecido.blogspot.com Allí se explica con precisión cómo Luciano había sido tentado por la policía para robar; cómo había sido golpeado en el Destacamento de Lomas del Mirador, un lugar con aspecto de casa de barrio, donde lo tuvieron detenido ilegalmente durante horas en una cocina, en setiembre de 2008; cómo se perdieron cuarenta y cinco días preciosos, los primeros después de su desaparición, por la inacción judicial encarnada en la fiscal Roxana Castelli, luego suplantada por la fiscal Celia Cejas, que sí se orientó hacia la pista policial, pero que no encontró elementos para imputar por la desaparición de Luciano a ningún policía. Los que habían sido puestos en disponibilidad, volvieron a sus puestos por orden del ministro de seguridad Carlos Stornelli. Daniel Scioli, tan preocupado por la seguridad de los bonaerenses, jamás recibió a la familia y a los amigos de Luciano, bonaerenses que a los ojos del gobernador, parecen no alcanzar el rango de víctimas aceptables como para que decida atenderlos.
El 29 de febrero de 2009, Luciano cumplió/cumpliría 17 años. En pocos días más, Luciano alcanzará/alcanzaría, su mayoría de edad.
Pero está desaparecido. No es uno de los 30.000 de la dictadura. Es, como Jorge Julio López, un desaparecido en democracia. La desaparición de Luciano, como la de Julio López, debería ser un escándalo cotidiano, pero apenas si consigue algunas notas de aniversario, en las que ni siquiera sabemos cómo hablar de él.
Sólo repetir: Aparición con vida!

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