martes, 24 de marzo de 2009

de el GEN-C.Cívica


A treinta y tres años del golpe: MEMORIA


* Nota de Opinión del Diputado Nacional de la Coalicion Civica, Horacio Alcuaz.---El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas asaltaban nuevamente el poder con el habitual y malicioso pretexto de “restablecer la paz, el orden y regularizar las instituciones”, pero esta vez fueron mucho más allá, instaurando un régimen perverso “para combatir la subversión” que sólo se sostendría mediante la instalación del terror en la sociedad, la aniquilación de todo “potencial adversario” y el apoyo de los grandes grupos de poder trasnacionales.El golpe contó con el apoyo de minorías ávidas por preservar sus privilegios e imponer un modelo cultural y económico que de otro modo hubiera sido inviable. Sólo mediante la coacción impuesta desde el Estado fue posible llevar adelante un proyecto económico que garantizara los intereses de los grandes grupos de poder que se veían amenazados en la Argentina de aquel momento.Para implementar ese patrón de concentración de riquezas era necesario destruir las organizaciones político-sociales que lo rechazaban o a todo aquel que pudiera cuestionarlo, siendo imprescindible impedir que los jóvenes desarrollaran sus propios ideales. La desaparición forzosa, los asesinatos, la apropiación de los niños, fueron métodos utilizados por los represores, todavía, en muchos casos impunes.La pobreza extrema, la marginalidad, la concentración de la riqueza y el endeudamiento externo siguen siendo aun la herencia de las políticas aplicadas de aquellos años de terror y entrega.En 2008 hemos podido celebrar los veinticinco años de nuestra Democracia. Por entonces sentíamos haber alcanzado la meta. Tras tantos años de terror, de autoritarismo, de silencio impuesto, la recuperación de la Democracia se nos había transformado en un fin en sí misma. A más de 25 años, con la alternancia en el gobierno, con los Comandantes juzgados, con los genocidas enfrentando por fin a los jueces, sentimos haber alcanzado parte de aquellos ideales de libertad y justicia. Sin embargo, con la pobreza en aumento, la marginalidad y postergación de millones de compatriotas sin acceso a la educación, a la salud, a la vivienda, queda evidenciada la precariedad de esta democracia que no supo implementar, al menos, alguna política de redistribución de la riqueza que permitiera achicar la brecha social.La deuda de hoy son millones de argentinos rehenes del “clientelismo” político, miles de jóvenes postergados y sin horizonte laboral, expuestos a su propia destrucción, víctimas del narcotráfico. Una sociedad apremiada por la inseguridad y nuevamente acorralada entre la inflación y el desempleo. Esas son las muestras de la perversidad y el fracaso de las políticas implementadas desde el poder. En el Día Nacional por la Memoria cabe recordar las raíces pasadas de tantos males que afectan y enferman a nuestra sociedad, no olvidando las deudas presentes y pendientes y comprometiéndonos desde cada lugar en que nos corresponda actuar a impedir que los métodos y la filosofía de aquella hora perversa se sigan filtrando en nuestra vida en democracia. Que el NUNCA MÁS de la sociedad argentina incluya a los genocidas de ayer y a los que hace más de dos años desaparecieron a Jorge Julio López, pero también a un estado que mantiene en prisión hoy a más de 4000 luchadores sociales y abandona en la miseria a millones de personas.

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