viernes, 14 de noviembre de 2008

ARI ---SAN FERNANDO

“La publicidad de los actos, programas, obras, servicios y campañas de los órganos públicos deberá tener carácter educativo, informativo o de orientación social, no pudiendo constar en ella nombres, símbolos o imágenes que supongan promoción personal de las autoridades o funcionarios públicos.” (Art. 42, Ley 25.188. Ética de la Función Pública).
En el marco del Programa Municipal “ Buena Vista San Fernando”, más de 300 chicos de escuelas y jardines del Distrito de San Fernando, recibieron lentes de manos del Intendente Osvaldo Amieiro.
Este “acto” de entrega, que puede entenderse como la culminación de un Programa Preventivo, con su objetivo de promoción de la niñez, mediante una política pública, sustentada con recursos que aporta toda la comunidad, se ve absolutamente desnaturalizado para transformarse en un acto de campaña donde adquiere sobredimensionada importancia quien lo da y quien lo entrega, por sobre quien es el beneficiario del Programa.
Lamentablemente tenemos que destacar lo ocurrido, porque si bien por un lado, dicha entrega, soluciona una problemática en la vida de los niños, por otro lado genera la incomodidad, tal cual nos fue relatado por una madre., de someter al niño a tener que portar dichos lentes en un estuche, que no es similar al que pueda tener cualquier otro chico, sino que lleva la marca de un político, con quien se puede estar o no de acuerdo, pero convengamos que no puede aprovechar un recurso publico para propagandizarse.

La pregunta que nos hacemos es ¿Porqué cuando recibimos una ayuda del Estado, debemos en este caso hacer una publicidad política partidaria? ¿Porqué cada uno de los pibes mezclados entre los demás chicos en la escuela, el club, la biblioteca, su familia, en su casa, deben hacer la publicidad a la gestión de su Intendente?
Los estuches son así transformados no solamente en un plan de gobierno para ayudar a un grupo de beneficiarios sino un excelente excusa para la publicidad. Es decir el estuche se transformó en un merchandise de campaña, en un cotillón proselitista.
El Estado debe facilitar y ayudar pero no puede exigir publicitar una gestión de alguien que fue votado para buscar el bien común y no para transformar a cada ciudadano en una pancarta de campaña proselitista.
De ser así la gente tiene que elegir entre recibir un beneficio que precisa y que no está al alcance de sus posibilidades pero a cambio participar obligadamente y a difundir a la persona que gobierna, llevando su nombre entre sus pertenencias o quedarse sin el beneficio que necesita

No hay comentarios: